Emanuel Gabotto y la búsqueda de la vigencia para un arte antiguo
El payador dolorense busca herramientas que permitan aggiornar la comunicación del canto surero. La experiencia del primer conversatorio realizado en el Festival de Cosquín.
El dolorense Emanuel Gabotto ha construido una interesante carrera en el campo de un arte tradicional como es el de la payada, sin dejar de buscar alternativas que permitan que este tipo de canto no pierda vigencia. Gabotto ha trabajado llevando herramientas de otros sectores a un campo que suele caracterizarse por cierta rigidez en cuanto a las modificaciones. Así, señala el caso de los talleres para payadores “que he traído a la Argentina hace más de 10 años”, o los encuentros entre raperos y payadores.
Acaba de terminar el Festival de Cosquín, sin dudas el más importante del circuito de festivales de todo el país, y Gabotto participó allí de las peñas más importantes del circuito que rodea a la archi-famosa plaza Próspero Molina: la Peña Oficial, la Salamanca, la Guarany y la Fiesta del Violinero. “Tenés que ver lo que es el otro Cosquín, la madrugada de las peñas”, donde multitudes se juntan hasta que asoma el sol.
Gabotto explica que, en todo el circuito del folklore, “está bastante ausente el canto surero y el del payador en los grandes escenarios”. Esa ausencia es la que intentó llenar la “pequeña embajada bonaerense”, que integró con Juan Antonio Márquez (también dolorense) y Adrián Maggi (oriundo de San Andrés de Giles). La novedad fue la implementación de un conversatorio surero, una nueva instancia en ese intento de llevar nuevas herramientas comunicacionales a su ámbito artístico.
El espacio, llamado “Noticias de la llanura”, convocó a más de 40 figuras relevantes del folclore y representantes de medios de todo el país, Uruguay y Chile. La intención fue conversar “sobre cómo está en la actualidad el arte del payador y el canto surero, qué lugar ocupa en los grandes medios, en la sociedad y qué propuestas pueden hacerse para seguir desarrollándolo y mantener su vigencia”.
Entre las conclusiones a las que se arribó se plantearon algunas propuestas, como la realización de talleres de canto surero, de escritura criolla o de recitado y la necesidad de que “haya, al menos en la provincia de Buenos Aires, una representación de música bonaerense”. Como señaló Gabotto, la idea es seguir buscando “las diferentes posibilidades de aggiornarse al tiempo actual más allá de que vengamos de un arte antiguo”.