Dolores: homenajearon al profesor Luis Hutechenreuter por su trayectoria en el deporte
El reconocido docente recibió una distinción por parte de la comuna por su actividad para promover la actividad física y el deporte.
Justo hoy cumple 97 años y justo hoy, la Municipalidad de Dolores le otorgó una distinción en virtud de su extensísima trayectoria como referente de la educación física en la ciudad y en toda la zona.
Con su prestancia prácticamente intacta, Luis Alberto Hutschenreuter recibió de manos del intendente Juan Pablo García, y del presidente del HCD, Guillermo Ibarra, una placa en la que se reconoce su “compromiso ejemplar con la promoción de valores positivos a través del deporte”.
Pero, ¿quién es el profesor Hutschenreuter? Como él mismo se encarga de decir, nació en Esperanza, Santa Fe, “la primera colonia agrícola del país”. Recibido de maestro en la Escuela Normal “Domingo Faustino Sarmiento”. Su vocación, recuerda, nació mientras cursaba el secundario, cuando pidió licencia el profesor de Educación Física y llegó un suplente que “revolucionó la escuela con las actividades que proponía”.
El entusiasmo lo llevó a conseguir una beca para estudiar en el único instituto para profesores de Educación Física que había en el país en ese momento. Con su título bajo el brazo, en 1950 supo que se estaban buscando docentes de la especialidad en la provincia de Buenos Aires y así fue como recaló en Dolores.
A partir de allí empezó a trabajar, además de la Escuela Normal y el Colegio Nacional, en el club Social. Fue el impulsor de los torneos intercolegiales zonales, los que “tuvieron un éxito extraordinario, porque los chicos se comunicaron entre ellos y se estableció una amistad entre los profesores”, recuerda.
Otra de sus iniciativas fue la construcción del gimnasio intercolegial que hoy alberga al CEF 121. Resalta que fueron dos arquitectos dolorenses, Carlos Roncoroni y Roberto Duarte, los que hicieron los planos ad honorem.
Fue inspector de educación física y ejerció como director de Deportes de la municipalidad, pero también recuerda haber participado de las negociaciones para la municipalización del Teatro Unione.
“¿Cómo no voy a estar agradecido a Dolores si hasta me puse de novio y me casé con una dolorense, y tuve dos hijos?”, dice muy emocionado.
“Yo era muy exigente, pero creo que muy justo. Siempre traté de llevar una vida clara, porque todos los docentes que tratan con jóvenes tienen que ser ejemplo para ellos. Ahora la gente se ocupa mucho más de la actividad física que cuando yo vine a Dolores”, evalúa. Y eso lo satisface profundamente porque, como señala, “la actividad física moderada y controlada aumenta la buena salud, forja el carácter y engrandece el espíritu”.