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27 JAN 2020 - 09:24 | Sociedad

Cómo se prepara Sayén, la comparsa que debutará en el Carnaval del Sol

La agrupación que representa al Club Sarmiento es la más nueva en participar de la festividad. Sonia Celillo aporta sus 43 años de experiencia para llevar adelante una temática que recupera la tradición carnavalera local.

Hay alegría por los preparativos para el Carnaval del Sol.

La novedad para el Carnaval del Sol 2020 se llama Sayén. La comparsa que representa al Club Sarmiento debutará el sábado y busca su lugar en la pasarela Antú Kawin con una temática que recoge la tradición carnavalera de la ciudad.
En el taller que se ubica en la sede de la calle Sarmiento Inés Pettina, Julieta Monge y Sonia Celillo coordinan el grupo de personas que, en medio de los nervios propios de la cercanía del debut.
“El nuestro es un club futbolero y la comisión estaba dividida entre participar o no”, dice Inés Pettina al relatar el proceso que llevó a la institución a abrirse a esta nueva actividad. “Pero una vez que se decidió entrar, todos estamos trabajando en el proyecto”. Y eso se nota, dicen las tres, por el hecho de que continuamente circula gente por el taller.
 “Empezamos de cero, desde armar el taller, por lo que es difícil ponernos a la altura de las otras instituciones que tienen dos años de experiencia y han podido explotar las parrillas; es muy difícil para nosotros”, señala Inés Pettina. “Nosotros no tenemos reciclado”, acota Sonia Celillo, “por lo que el desafío es muy grande”. 
Bajo el lema “Dolores es carnaval”, la idea es “contar lo que fueron los carnavales de Dolores desde antes hasta el gran esplendor”, explica Inés. “La tenemos a Sonia, que es un gran referente para todos y la que nos fue encaminando en el proceso”, agrega.
El nombre de la comparsa se eligió por votación en redes sociales y se eligió Sayén, que significa “de corazón grande” en lengua mapuche. 

43 años de carnaval

“Este año cumplo 43 años con el carnaval”, dice, orgullosa, Sonia Celillo, una referente indiscutida en esta materia. “Comencé con Tino Kiricos, con Riveros hasta que en el 2000 nació Son-ya” y, por esta trayectoria, su corazón está con el corso tradicional para lo que está pensando en el 2021. 
“Yo siempre quería participar pero mi mamá no me dejaba entrar. Me tuve que casar y al otro día de que me casé me metí en el carnaval”, cuenta, muerta de risa su historia que también refleja la relación de los corsos con la sociedad. “Mi mamá me decía que era una cosa que no iba, Tino Kirikos iba constantemente a buscarnos a las señoritas Celillo y era rechazado.” El casamiento fue una liberación porque en el primer carnaval que fue con su esposo le jugó la apuesta a que entraba y entró: “Tino me dio tres trajes para que me probara e hice una mescolanza entre una rumbera y una capelina que en vez de frutas tenía flores. Después enloquecí a mis hermanas”, recuerda. 
Sonia tiene una especie de dualidad entre las dos formas de carnaval: “me encanta el Carnaval del Sol porque tiene mucho glamour, es un aprendizaje terrible, pero creo que se perdió la libertad de ser vos, lo que tenías con el público. Acá es muy coreográfico, hay un reglamento muy estricto, es una pasarela, nos sentimos diosas totales por el plumaje, pero somos los ya mayores los que extrañamos el carnaval de antes”. 
Y es esa nostalgia la que Sayén intentará recrear en esta pasada 2020, con la que inaugurará su participación en el Carnaval del Sol.