Viernes 22 de noviembre de 2024
11 SEP 2020 - 17:35 | Coronavirus
Historias

El Coronavirus en primera persona: dolorenses cuentan el camino desde los síntomas a la donación de plasma

Dos personas que tuvieron Covid 19 cuentan para ENTRELÍNEAS.info cómo transitaron la enfermedad e insisten en la importancia de donar plasma para tratar a otros pacientes.

“Doné plasma para colaborar con la gente que la está pasando mal o que la va a pasar mal”, dijo convencida Águeda.

Águeda y Claudia son dos de los dolorenses recuperados de Covid 19 que viajaron a donar plasma. Ambas atravesaron la enfermedad de distinta manera: la primera, prácticamente sin síntomas; la segunda, con secuelas aún hoy, dos meses después. 

Para las dos, la donación de plasma es una manera de “hacer que esto al menos sirva para algo”, pero para Claudia la expectativa se transformó en desilusión porque, al llegar a La Plata, luego de la entrevista previa le informaron que por haber tenido cuatro embarazos no pudo ser parte de los donantes. 

Águeda vivió el tránsito de su enfermedad muy levemente, sólo con pérdida de olfato. Como su contagio se produjo cuando solamente se hisopaba a quienes presentaban fiebre, se aisló junto a su familia y no tuvo la confirmación de que había tenido Covid hasta un mes después, cuando se hizo la prueba de anticuerpos. Entonces se comunicó con el 107, el teléfono del Hospital "San Roque" para la emergencia sanitaria, y se anotó para la donación.

Como a todos los donantes, se le hizo una extracción en Dolores, que se mandó a analizar al CUCAIBA, donde se chequea el grupo sanguíneo, que el potencial dador no posea ninguna enfermedad y que disponga de la cantidad de anticuerpos suficientes. Es también el CUCAIBA quien se encarga del traslado de los voluntarios a La Plata para concretar la donación. 
“Es más o menos como cuando donás sangre”, explicó Águeda. “El procedimiento dura 40 minutos y nada más”, señaló.

“Quiero que todo esto se termine”, exclamó cuando ENTRELÍNEAS.info le preguntó por qué donó plasma. “Es colaborar con la gente que la está pasando mal, que la va a pasar mal”, indicó. 

Claudia, por su parte, es policía y se contagió en la DDI Dolores, donde el 95% del personal tuvo Coronavirus. “Yo tenía cuidados, casi te diría que excesivos, porque estoy acompañando a una tía que está haciendo quimioterapia”, indicó, pero se ve que no alcanzó en esa situación. “Empecé con dolores de cabeza muy intensos y al día siguiente me desperté como si me hubieran dado una paliza, con fiebre y dolores en las articulaciones”, explicó. “Cuatro o cinco días después, perdí el olfato de golpe y hasta ahora, dos meses después, no lo he recuperado”, como tampoco han desaparecido los dolores en las articulaciones. “Y cuando llevaba 12 ó 13 días perdí el gusto y hasta ahora estoy así, sólo distingo dulce de salado”, señaló.

“Cuando me enteré que era positiva mi temor no era yo, sino mi tía y mis padres: además de que me sentía horrible, tenía la angustia de haberlos contagiado”, explicó. Su pareja sí se contagió y también sigue teniendo síntomas. 

Tanto para una como para la otra entrevistada, es importante que quienes tuvieron la enfermedad tomen conciencia de la necesidad de donar plasma, más teniendo en cuenta, dicen, que desde esta ciudad son pocos los que lo están haciendo. 

El Club Ever Ready de Dolores se sumó a esta campaña indicando que a los socios que se sumen a la donación les bonificarán una cuota social.