Jeanne Baret: quién es la botánica que Google homenajea hoy en su doodle
Es la primera mujer en dar la vuelta al mundo navegando, aunque debió hacerlo disfrazada de hombre durante años. Y cuando fue descubierta y desembarcada, supo sobrevivir y terminar la travesía.
Jeanne Baret era botánica. De origen humilde, nació en el valle del Loira, en Francia, y fue una alumna aventajada en el traspaso cultural del conocimiento de plantas medicinales y de la naturaleza. Conoció a otro interesado en la naturaleza, el noble Philibert de Commerson, y se fue a trabajar a su casa; pronto comenzaron una relación siendo él viudo, aunque igualmente considerada ilícita.
Dos años más tarde, el capitán Louis-Antoine de Bougainville fue el encargado de liderar dos barcos en una exploración empujada por Francia para circunnavegar el globo. Se necesitaría a bordo un botánico, y el puesto fue ofrecido a De Commerson. Este aceptó, y sumó a Jeanne como su ayudante, enfermera y compañera, aunque había un problema: las mujeres estaban prohibidas a bordo. Así, Jeanne se forró en telas el pecho, y por los siguientes dos años se unió a la expedición como Jean, generando suspicacias por nunca ir al baño con el resto de la tripulación de 300 hombres.
Las teorías de cómo fue descubierta son variadas, pero sí se sabe que tras recorrer Brasil -donde la dupla botánica descubrió y bautizó por ejemplo a la Buganvilia, en honor al capitán del barco- el viaje siguió por la Patagonia y Estrecho de Magallanes. Fue en Tahiti o sus alrededores que finalmente la verdadera identidad de Jeanne fue descubierta, y que luego tuvo un hijo, según el portal mujerebacanas.com.
Así, la pareja fue desembarcada en las Islas Mauricio, ya que el capitán no podía llevarse a una mujer concubina y un niño ilegítimo de vuelta en un barco oficial francés; Jeanne y Philibert se quedaron ahí por siete años, donde dieron al niño en adopción. El murió ahí, y ella se volvió a casar con un oficial francés, con el que finalmente se embarcó de vuelta a su país, terminando así la vuelta al globo en barco.
No llegó con las manos vacías, sino que con miles de muestras botánicas que había recolectado con Philibert en el viaje y en Islas Mauricio; haciendo un aporte enorme a la ciencia. Aunque su legado no sería reconocido por siglos -fue por mucho tiempo sólo reconocida como la amante del botánico oficial-, la familia De Commerson le entregó una herencia. Y el capitán de Bougainville tampoco la había olvidado: a través de su testimonio, se acreditó que Jeanne había hecho el viaje y había circunnavegado la tierra (como “asistente”), y esto le otorgó una pensión de 200 libras al año entregada por la Marina.