Investigan a un diputado provincial por abuso sexual a una chica wichí
El hecho fue denunciado inicialmente en Coronel Juan Solá, pero la madre asegura que el policía intentó desviar la acusación. También acusa al chofer del legislador, en su caso, porque habría cobrado para facilitar los abusos.
Una mujer integrante de la comunidad wichí Misión La Cortada, del municipio de Coronel Juan Solá (Estación Morillo), en el norte provincial, acusó al diputado provincial Rogelio Segundo por presunto abuso sexual en perjuicio de su hija, de 17 años. También denunció al chofer del legislador, Eliberto Gutiérrez, en su caso, como el presunto facilitador, a cambio de una paga, de estos abusos.
El caso, en el que ya está interviniendo el Ministerio Público Fiscal de Salta luego de que fuera publicado por el sitio digital InfoSalta, se enmarca en la crisis social que afecta a niñes, adolescentes y jóvenes integrantes de pueblos originarios que habitan en el norte salteño. Y también habría sido un emergente de una situación familiar de violencia. El chofer del legislador es su yerno, está casado con una hermana mayor de la víctima. A su vez, Rogelio Segundo también es del Pueblo Wichí, de la comunidad La Curvita, ubicada en el municipio de Santa Victoria Este.
La mujer ratificó la denuncia ayer, en la Comisaría 42 de la ciudad de Tartagal. Según explicó, lo hizo porque el policía que le tomó la primera denuncia, en Coronel Juan Solá, no asentó lo que ella dijo, incluso consignó a otro hombre como acusado y hasta le avisó al legislador cuando ella buscaba a su hija. El Ministerio Público Fiscal también inició una investigación por estas presuntas irregularidades.
La denuncia inicial se presentó el jueves 10 de noviembre a las 20.40, en la Comisaría 44 de Coronel Juan Solá. La madre dio cuenta de que su hija había subido a un vehículo plateado que era conducido por su yerno, Eliberto Gutiérrez. Al día siguiente, a las 02.40, la madre amplió la denuncia e informó que en la madrugada había recibido la visita de policías que fueron a informarle que su hija había sido encontrada y no presentaba lesiones.
En el hecho interviene la fiscala Penal de Violencia Familiar y de Género de Tartagal, Lorena Martínez. Como en la denuncia la madre afirmó que sospecha que su hija había sido víctima de abuso sexual, la fiscala solicitó que la adolescente sea examinada por el servicio médico del Cuerpo de Investigadores Fiscales (CIF), para lo que fue trasladada a Orán, y también se dispuso reciba asistencia del Savic (Servicio de Asistencia a la Víctima), informó el MPF. Además, la fiscala citó al al diputado provincial y a su chofer.
Por otro lado, la fiscala penal de Embarcación, Gabriela Souto, inició una investigación sobre los posibles obstáculos puestos por policías de la Comisaría 44 a la madre cuando fue a realizar la denuncia contra Segundo y Gutiérrez.
El MPF informó que "Inmediatamente de tomado conocimiento de la situación, la fiscal Souto envió personal a entrevistarse con la denunciante a fines de que sea citada a la fiscalía para la próxima semana, para recibirle la denuncia respecto a la actuación policial". Y aclaró que la "comparecencia se ajustará a los tiempos de la mujer", que en estos momentos acompaña a su hija.
Trata y violencia de género
La madre contó que estos hechos comenzaron en agosto de este año, cuando su yerno y el legislador se llevaron a su hija "sin consultarme" y la devolvieron mucho tiempo después, en estado de ebriedad. "La tiraron en la calle cerca de la casa de mi mamá".
La madre relató que esta práctica se mantuvo hasta el jueves último, cuando hizo la denuncia. Aunque dijo que su hija afirma no recordar lo que pasó en esas salidas, porque la incitaban a que ingiriera bebidas alcohólicas. La madre da por sentado que la adolescente fue abusada. Dijo que su yerno cobraba por entregar a su hija a esta práctica abusiva, que la llevaban fuera del pueblo, a Tartagal, e incluso a La Curvita, y que su hija le contó que siempre le invitaban bebidas alcohólicas y perdía la conciencia.
Según relató la madre, estos abusos se habrían iniciado cuando la adolescente se encontraba a la Comunidad Los Baldes, a 35 kilómetros de Morillo, a donde fue a cuidar de su sobrina, hija a su vez de Gutiérrez y de su hermana mayor, de 18 años de edad. Otra persona que acompañó a la madre y a la abuela a realizar las denuncias también afirmó que los abusos se iniciaron en Los Baldes.
Por otro lado, la madre contó a este medio que este mismo año denunció a su yerno por violencia física contra su hija mayor. La madre dijo que esta chica comenzó a convivir con Gutiérrez hace cuatro años, es decir que eso ocurrió cuando era menor de edad.
"Yo no quería que se junte con Eliberto", recordó la madre. Dijo que su oposición se debía a que este joven, que ahora tiene 26 años, había mantenido antes un vínculo con otra menor de edad, a la que abandonó cuando nació un niño fruto de esa relación abusiva, y luego hizo algo similar con otra joven, detalló.