Todo lo que hay que saber antes (y después) de recibir la vacuna contra el coronavirus
Según informó la ministra de Salud, Carla Vizzotti, más de dos millones de dosis de la vacuna AstraZeneca contra el coronavirus llegarán el lunes al país. De esta manera, la Argentina superará los 17,5 millones de dosis recibidas.
En el marco de la inminente llegada de vacunas vale la pena repasar todas las recomendaciones y consejos al momento de anotarse para recibir una dosis y qué hacer luego de recibirla.
Antes que nada, hay que señalar que se recomienda la postergación de la aplicación de la primera dosis de vacuna en aquellas personas que están recuperándose de un cuadro de coronavirus, posponiendo su administración entre 3 y 6 meses posterior del alta clínica en contexto de disponibilidad limitada de vacunas, y dado que el número de casos de reinfección documentada es muy bajo en los 6 meses posteriores al diagnóstico.
Paralelamente, la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria (AAMR) recomendó espaciar todo lo que se pueda el turno entre la vacunación contra el coronavirus y el de la vacunación estacional contra la gripe y antineumocócica.
"Si este espacio puede ser 14 días como mínimo perfecto", expresó Alejandro Videla, presidente de la asociación. Sin embargo, advirtió que "si me acabo de dar la vacuna de gripe y al día siguiente me llega el turno de la de coronavirus, me vacuno igual, porque la distancia entre las vacunas no es un tema médico en relación que la vacuna puede perder efecto o generar menos efectos adversos". El intervalo de 14 días se recomienda sólo porque facilita monitorear mejor lo efectos adversos de las vacunas
En ese sentido, ante la ocurrencia de cualquier síntoma posterior a la vacunación, se debe consultar al centro de salud más cercano. Estos efectos pueden ser, entre otros, síndrome pseudogripal de corta duración, síntomas gastrointestinales, cefalea, fatiga, dolor muscular, fiebre o rash cutáneo.
Mientras tanto, en relación a los intervalos recomendados para las vacunas entre la aplicación de la primera dosis y la segunda, vale remarcar que éstos son mínimos, no máximos.
La mayor eficacia se logra con la primera dosis, y la segunda dosis la aumenta pero, sobre todo, permite mantenerla por más tiempo. En ese sentido, si bien la vacunación con una dosis ofrece menos protección que con dos dosis, brinda una protección ya considerablemente alta frente a enfermedad grave, hospitalización y muerte.
Así, la decisión gubernamental de priorizar la aplicación de la mayor cantidad posible de primeras dosis entre la población de alto riesgo, difiriendo la aplicación de la segunda, fue principalmente estratégica. Y se tomó siguiendo lo recomendado por estudios que indican que esta demora no afectaría significativamente la eficacia.
Finalmente, aún estando vacunado, es importante seguir respetando las medidas de seguridad con el fin de protegerse a uno mismo y proteger a los demás: evitar espacios muy concurridos, mantener la distancia física, lavarte las manos y llevar mascarilla.