23 AUG 2020 - 11:27 |
Opinión
PANORAMA POLÍTICO
Que te clavo que te clavo la tarifa
Por Ramón Indart. El Gobierno recuperó escena con una medida que beneficiará a los consumidores presos de subas descontroladas aunque ¿avanza? con la reforma judicial. La agenda es económica. La interna Bullrich-Rodríguez Larreta.
El viernes por la noche el gobierno recuperó la agenda. Y lo hizo con una medida de alto impacto: declaró servicio público esencial a la telefonía, internet y el cable. Ahora, cuando esas empresas quieran subir los precios deberán esperar el aval del Estado que estudiará la situación. Similar a lo que sucede con las obras sociales. La reglamentación en torno a las telecomunicaciones fue así hasta que asumió Cambiemos y la eliminó. De esta manera el Poder Ejecutivo toma una medida que beneficiará a los consumidores presos de subas descontroladas.
Hemos decidido declarar servicios públicos a la telefonía celular, a los servicios de internet y a la televisión paga. De esta manera garantizamos el acceso a los mismos para todos y todas.
— Alberto Fernández (@alferdez) August 21, 2020
COMBUSTIBLE. Subieron las naftas y finalmente le llegó la hora a Sergio Lanziani como secretario de Energía, uno de los funcionarios más cuestionados del gabinete de Fernández. No será la última suba del año, sino que se esperan más "correcciones", como le gusta decir a cada funcionario que da la mala noticia. Ahora sí todos alineados, en su lugar asumió el diputado nacional por Neuquén del Frente de Todos y hasta el viernes titular de la Comisión de Energía en la Cámara baja, Darío Martínez. El sector energético es uno de los pilares para cualquier gestión necesitada de dólares. La de Fernández es una de ellas. ¿Cierran aún más el grifo y el ahorrista ya no podrá comprar ni 200 dólares? Es el mayor enfrentamiento entre el ministro de Hacienda, Martín Guzmán y el titular del Banco Central, Miguel Pesce. Lo señalábamos la semana pasada en este espacio, cuando el propio Presidente deslizó la intención entrevistado en radio La Red.
Todo indica que se tomarán unos días más, inclusive las máximas autoridades esperan con ansias el viernes 28 de agosto. ¿Qué sucederá dentro de cinco días? Se cierra el plazo que formalizó el Estado argentino para lograr atraer hacia la reestructuración a grandes fondos no agrupados y tenedores minoristas. Es una de las mayores urgencias para cerrar un capítulo, comenzar las extensas negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y empezar a acomodar las cuentas. Entre pandemia y maquinita para que la economía no se destruya por completo en medio de una crisis mundial, al país le faltaron 155 mil millones de pesos en julio para que las cuentas cierren. Imposible de sostener ni en el largo ni en el mediano plazo. ¿Y las famosas 60 medidas económicas? Siguen esperando en Casa Rosada.
La agenda de la calle es exclusivamente económica. Según datos del Indec, en julio una familia necesitó $ 44.520 para no ser pobre. Sí, leyeron bien. Cuarenta y cuatro mil quinientos veinte pesos para no ser pobre. Sin embargo, en esa realidad paralela llamada Congreso de la Nación, el Frente de Todos insiste con avanzar sin pausa con la reforma judicial. Fue una de las grandes promesas de campaña por parte del kirchnerismo y había un amplio sector de la sociedad que se mostró de acuerdo. Aún hoy. Pero existen prioridades. En medio se desató una pandemia mundial y una crisis económica que aún no encuentra piso. El presidente del Banco Mundial afirmó esta semana que el Covid puede empujar a 100 millones de personas a la pobreza extrema en todo el mundo.
Sin embargo, el dictamen de la reforma está listo y el Gobierno parece dispuesto a gastar una bala de plata en apuntalar a un sistema judicial en decadencia. "Hay olor a una nueva 125", dijo el titular del interbloque de Juntos por el Cambio, Mario Negri. La frase nos la repitió un constitucionalista parte del consejo superior que analiza cambios en la Corte Suprema: "Con la cláusula de medios transformaron una buena reforma en otra 125". El peronismo juega con fuego. Con un problema. La oposición no tiene problema en convocar a manifestaciones en medio de una ola de contagios. Al margen de la total irresponsabilidad, el oficialismo no puede hacerlo ya que estaría jugando en contra del propio Presidente. Es algo similar a lo que hace Patricia Bullrich con Rodríguez Larreta en la Ciudad. El jefe de gobierno decidió jugar más adelante sus fichas frente a la titular del PRO. La quiere afuera.
¿Puede Alberto Fernández retirar el proyecto? Claro que sí. Eso parece haberle pedido públicamente Sergio Massa, titular de la Cámara de Diputados, cuando dijo en América que "existen cosas más importantes". Pero el kirchnerismo, por ahora, no lo hará. El presidente y Massa deben pagar el precio de haber sido puestos como candidato a Presidente el primero y aceptado dentro del espacio de CFK el segundo. Ya lo decían en campaña. Una cosa es llegar. Otra gestionar. En la idea del kirchnerismo, ya se retrocedió con Vicentín y nunca se llegó a presentar el impuesto a las grandes fortunas. Demasiado debate y poca acción. Alberto comenta y analiza la realidad. Eso empieza a generar un ruido importante hacia adentro de la coalición de gobierno. "La agenda es económica, tienen que entenderlo", dijo a este cronista un diputado del FDT que no responde a Cristina.
REPÚBLICA. “¿Cuánto tiempo demora en explotar? ¿Cuánto tiempo el Banco Central va a seguir agrandando y agrandando sin que pase algo? Tenemos que estar preparados para el corto plazo y para ofrecer en el mediano plazo una luz al final del túnel”. La frase no es de un acto de la Izquierda. La dijo Ernesto Sanz en una charla virtual con Patricia Bullrich. El mendocino no se quedó ahí, sino que agregó: “El peronismo está desorientado". El análisis del excandidato a Presidente es riesgoso. Y es absolutamente increíble es que se olviden que 8 meses atrás conducían los destinos del país.
La gestión de Cambiemos devaluó, superó todos los índices de inflación, defaulteó ante el FMI en tiempo récord y provocó un incremento de la pobreza como hace décadas no se observaba. A pesar de todo eso, la política siempre da revanchas. A tal punto que Mauricio Macri insiste en creer que su gestión fue exitosa y que sus aliados deberían aplaudirlo públicamente. "Macri es sinónimo de indolencia. Horacio lo tiene que desplazar para volver a vender futuro. Sino estamos muertos", dijo un hombre de la mesa chica de JXC a este cronista.
El tiempo dirá.