Ni miriñaques ni “Sol del 25”: qué deberían mostrar los actos escolares de la Revolución de Mayo
El profesor de música y danza dolorense, Leo Gabotto, señaló la necesidad de deconstruir las representaciones habituales en las fiestas de las escuelas.
“Se viene el 25 de mayo, y con ello la pesadilla”: así comienza el posteo que, en sus redes sociales, el profesor dolorense de música y danza Leo Gabotto lanzó en vísperas de la fecha patria. Es que, como señaló a ENTRELINEAS.INFO, “mi idea es concientizar y dar información” sobre la visión del pasado que se construye en los actos escolares.
¿Cuáles son los puntos que más conflicto presentan? Leo lo sintetiza así: “polleras a lunares, carnavalitos y pericones por todos lados, ni hablar de peinetones extra grandes”. Explicó que es un error grave “presentar a las damas antiguas con miriñaque, siendo que este es un modelo de aproximadamente 20 años después de la Revolución de mayo”.
Por su parte, “los peinetones extra grandes llegaron hacia aproximadamente 1825, es decir 15 años después”. Otro error típico de los actos del 25 de mayo es que “las 'negritas' no vestían polleras sacadas de Disney, rojas con lunares blancos, sino telas lisas o a lo sumo a rayas, la tela con lunares llega aproximadamente hacia 1900, es decir 90 años después de la Revolución de Mayo”. Además, las telas estampadas o de colores eran carísimas.
En cuanto a las danzas tradicionales, muchas de las que son habituales en estas celebraciones no pertenecen ni a la época ni al lugar en el que están colocadas por la iconografía escolar. ¿Qué se bailaba en la plaza el 25 de mayo? ¿Qué en las tabernas, qué en los salones?
Seguramente no el gato patriótico, ese que proclama que “El sol del 25 viene asomando”, que “es una adaptación del gato de La Ñusta que realizó en 1910, es decir 100 años después”. Mucho menos el carnavalito, que corresponde a los festejos de carnaval en la Quebrada de Humahuaca, explicó Gabotto.
Con respecto al pericón, Gabotto distingue entre el pericón antiguo y el “pericón nacional”, con la famosa figura del “pabellón”, donde las parejas de bailarines despliegan pañuelos blancos y celestes para formar la bandera… Que por supuesto no existía en 1810.
“José Podestá le agrega a la coreografía del pericón el pabellón hacia el año 1893 para su espectáculo de circo, y desde allí tiene gran difusión en todo el país. Es decir 83 años después de la Revolución de Mayo”, indicó Gabotto.
“Mi idea es que podríamos enseñar mucho a los chicos con un acto, deconstruyendo estas cosas”, señaló. Por eso, a la pregunta de qué se bailaría en la plaza el 25 de mayo y qué sería bueno bailar en esos actos, enumera: “Pericón antiguo, candombe, y algún que otro cielito”.