Derrumbe en Villa Gesell: falleció la única sobreviviente que había sido rescatada entre los escombros
Se trata de María Josefa Bonazza quien había logrado salir con vida horas después del trágico hecho. Su marido fue una de las ocho víctimas fatales.
La única mujer que había sobrevivido al derrumbe del hotel Dubrovnik de Villa Gesell, María Josefa Bonazza, murió en las últimas horas en Balcarce.
Josefa tenía 79 años y había sido rescatada con vida entre los escombros horas después del derrumbe. Su marido, Federico César Ciocchini (84), fue una de las ocho víctimas fatales del siniestro.
Además del hombre, fallecieron producto del derrumbe del edificio de diez pisos Rosa (52, exdueña del establecimiento) y su sobrino Nahuel Stefanic (25), Dana Desimone (28, novia del joven), el carpintero oriundo de Merlo Fabián Gutiérrez (54), y Mariano Troiano (47), Matías Chapsman (27), Ezequiel Matu (38), estos tres últimos oriundos de General Pueyrredón.
El derrumbe ocurrió en la madrugada del martes 29 de octubre pasado. Luego de ser rescatada y trasladada al Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA) de Mar del Plata, Bonazza se recuperó de sus lesiones. Ocho días después, fue conducida al hospital de Balcarce, donde más tarde recibió el alta médica.
En ese marco, relató a la prensa cómo fue la caída de escombros: “Escuchamos dos explosiones muy fuertes y luego se produjo el desplome del edificio”, dijo.
El matrimonio vivía en Balcarce, pero el día anterior del derrumbe había arribado a Villa Gesell para reunirse con una mujer la cual se iba hacer cargo del recibimiento de turistas en su domicilio durante la temporada de verano.
En diálogo con la Radio FM 100.9, y tras recibir el alta, Bonazza destacó que lo primero que recordaba era el estar atrapada entre los escombros y un solo grito de dolor de su pareja: “Noté que mi marido no me respondía. En los primeros minutos, le pedí que no se moviera, que ya nos iban a rescatar”, indicó.
Sin embargo, Ciocchini fue la primera víctima que se conoció del desmoronamiento del edificio de diez pisos. “Siempre estuve lúcida. Me encontraba aprisionada y sin posibilidad de moverme. Entonces, empecé a utilizar las técnicas de yoga para poder respirar mejor, aun sabiendo que estaba bajo los escombros”, especificó.
Horas después, sabiendo que ya había un operativo de rescate, la mujer relató qué acción hizo para que pudieran encontrarla: “Comencé a hacer sonidos en código Morse pidiendo auxilio. Marcaba la palabra S.O.S.”.
A su vez, señaló que empezó a golpear el concreto que tenía cerca para tratar que los Bomberos y rescatistas la escuchen, algo que sucedió tiempo más tarde cuando ese martes vio un “haz de luz” y logró ser rescatada, escenario contrario al de su marido, quien fue hallado muerto.