Mar del Plata: una pareja cobrará una millonaria indemnización tras comprobarse la falsedad de la acusación de abuso a su hija
Todo se originó a partir de un error técnico en el análisis de las muestras de sangre. Tres profesionales y el Hospital Materno Infantil deberán resarcir a los padres y a la chica, ya mayor de edad.
Deicinueve años después de ser acusada de abuso sexual a su hija, que por entonces tenía 19 meses, la Justicia determinó que una pareja de Mar del Plata sea indemnizada por una cifra millonaria porque la base sobre la que se había realizado la imputación era falsa.
Los jueces de la Sala II de la Cámara de Apelación en lo Civil y Comercial responsabilizó y condenó a un bioquímico, un médico de policía, una licenciada y al Hospital Materno Infantil de Mar del Plata por un error técnico en el análisis de las muestras de sangre de la bebé.
En aquel momento, el padre fue alejado de su hija durante 3 meses, que fue el período en el que tardaron en darse cuenta de que había cometido un “error involuntario”, según informó el diario La Capital. Sin embargo, la sentencia de la Justicia demandó casi 20 años después del hecho.
El fallo de la Sala II de la Cámara de Apelación en lo Civil y Comercial estableció un resarcimiento segmentado, que correrá por cuenta de los condenados. De esta manera, el padre de la nena recibirá 15.000 dólares y una Chevrolet Tracker modelo 2023; la madre será compensada con 9.000 dólares, y un viaje a Europa por 22 días; mientras que la hija, que ya es mayor de edad, se le pagarán 3.000 dólares o un viaje a Disney, con pasajes aéreos y estadía incluida.
Historia de un error
El caso comenzó el 26 de diciembre de 2004, cuando una bebé de apenas 19 meses fue llevada al Hospital Materno Infantil de Mar del Plata porque había tenido un accidente al caer dentro de una pileta de natación.
La nena fue rescatada por el padre y llevada junto a una vecina al hospital. Si bien la menor estaba bien, los médicos le hicieron estudios para ver si había ingerido bacterias que pudieran causarle alguna enfermedad en los intestinos. El resultado arrojó presencia de “leucocitos, células, espermatozoides y cristales escasos de ácido úrico”.
En ese momento, el bioquímico Rafael Volpe informó a la policía y se hizo una denuncia de oficio con el aval de los directivos del Hospital, ante la sospecha de que la bebé había sido abusada sexualmente. Tras esa denuncia, la familia fue avisada y dio el consentimiento para hacer un nuevo examen, que nunca se hizo.
La causa fue investigada en ese momento por la Unidad Funcional de Instrucción Nº 1 a cargo del fiscal Marcos Pagella y el Juzgado de Garantías Nº 1 de Marcelo Madina. El padre fue imputado por el delito de “abuso sexual sin acceso carnal” y la madre por ser cómplice de los abusos y de la falta de cuidado de la bebé.
Todo esto tras la realización de un examen genital a cargo del médico de policía, Walter Zapata, quien constató que había “un leve sangrado lineal en la unión del labio mayor izquierdo con el introito uretrovaginal, con una pequeña área congestiva y lesiones que tendrían una data menor a las 48 horas”.
La nena quedó a cargo de un familiar, ya que la psicóloga Claudia Rojas aseguró que los padres tenían trastornos de personalidad y que no podían tener a cargo a la nena. Sin embargo, tres meses después esta medida se frenó, debido a que se comprobó que todo había sido un “error involuntario” y que tanto su padre como su madre eran inocentes.
Una vez aclarada su situación judicial, la pareja decidió demandar a los profesionales de salud y al Hospital involucrados en el fallido diagnóstico que produjo un “daño moral irremediable”. “Colocándome en el lugar de esos padres, no puedo menos que señalar el horror, el asombro y la impotencia que la lectura de este expediente produce”, expresó uno de los magistrados en el fallo.