Elecciones 2019: fue a votar a caballo a una escuela rural de la Ruta 226
El gaucho bonaerense, que se levantó a las 4 de la mañana, se llama Ernesto García.
El domingo de las elecciones empezó más temprano para Ernesto García que para la mayoría de las votantes. El gaucho, de 66 años, se despertó a las 4 de la mañana, tomó unos mates, se preparó, alimentó a su caballo, “Chiquito”, y salió de la quinta en la que trabaja hacia la Escuela Rural N° 8, a la altura del kilómetro 16 de la Ruta 226.
Ernesto García tuvo que recorrer 30 kilómetros hasta la Escuela N° 8, a paso lento para cuidar a “Chiquito”, ya que el camino, al ser tan pedregoso puede lastimarle los vasos, cuenta el portal de La Capital en una singular nota de color.
“Hay que cumplir, este es un deber cívico. Además, ya me multaron una vez por no venir a votar y hay que hacer muchos trámites que no puedo”, explica García, quien cumplió con su voto impulsado por una mezcla de compromiso y “temor” a la reprimenda.
Cerca de las 10 de la mañana García, ya había votado y aprovechado el viaje para comprar algunos suministros en el almacén. Se subió a “Chiquitito” y echó a andar, a paso lento, para recorrer 30 kilómetros al lomo de su caballo hasta su casa.
La directora de la Escuela Rural N° 8 se mostró muy satisfecha por la organización a pesar de que se registró faltante de autoridades de mesas y los comicios tuvieron que arrancar casi una hora tarde.
De todas maneras la gente votó sin problemas. La gran mayoría, como Ernesto García, fue por la mañana, gente de campo que cree realmente que a quien madruga alguien lo ayuda. “Vamos a volver, vamos a volver”, gritaban afuera unos hombres, que parecen no haber sido afectados por la veda electoral. El voto en las escuelas rurales también es así.