Un abogado maratonista fue detenido en Malvinas por querer llevarse una munición de la Guerra
Además tuvo que pagar casi 50 mil pesos para salir de las Islas.
Daniel Sebastián Ujhelly fue multado por las autoridades de las Islas Malvinas porque quiso salir con una munición de Monte Longdon. Viajó a Ias Islas Malvinas el 23 de marzo para participar de la carrera más austral del mundo, la “Maratón Puerto Argentino”.
El abogado y maratonista que vive en la ciudad correntina de Curuzú Cuatiá se disponía a volar de regreso al continente el 30 de marzo cuando en el aeropuerto de Mount Pleasant se detectó -mediante rayos X- que en la valija despachada por el abogado había una munición de 7 milímetros, por lo que fue retenido y puesto a disposición de las autoridades.
"Fue una bala muy cara", ironiza Ujhelly en diálogo con la agencia Télam. Su estadía se prolongó hasta el 7 de abril, ya que debió enfrentar varias horas detenido y un breve juicio que se le siguió y que concluyó con el pago de una multa de 800 libras, lo que representan unos 48.600 pesos."Me acusaron de tenencia de munición de guerra", explica el abogado, que debió desembolsar esa cifra para poder salir de las islas.
Ujhelly explicó que encontró la munición en un tour por Monte Longdon, uno de los lugares donde se desarrolló una de las batallas más cruentas de la guerra de Malvinas, y se la había llevado como un recuerdo ya que significaba un "pedazo de la historia".
Según informa el Penguin News -el principal medio de prensa de las islas-, el fiscal del caso, Stuart Walker, explicó que el abogado argentino no había declarado la munición, pese a los carteles de advertencia sobre los elementos prohibidos en un vuelo.
"El fiscal de las islas se portó bien y manifestó que yo no era alguien peligroso, que la munición no representaba realmente un peligro para la aviación y que estando en bodega no tendría acceso a ella", dijo Ujhelly, quien debió afrontar en las islas un breve juicio que incluyó una videoconferencia con Londres. "El fiscal londinense se ensañó conmigo y me acusaba de intento de atentado terrorista más o menos", explicó.
Según el Penguin News, el magistrado de la Corte James Brooks señaló que mientras una falta similar en el Reino Unido podría significar una sentencia con privación de libertad hasta por cinco años, en las islas "no había tal recomendación, sino a lo sumo una sentencia máxima admisible de hasta tres meses".
No obstante, consideró que los jueces de faltas tendrían que tomar en cuenta "la temprana admisión de responsabilidad del acusado, su buena disposición a colaborar y su evidente falta de intención de utilizar la munición para el propósito para la cual fue creada".