San Expedito: por qué se lo celebra el 19 de abril aunque no es un santo oficial
Fue canonizado en 1671 pero en 1906 la Iglesia Católica lo retiró del listado de santos y mártires reconocidos oficialmente por la institución.
Cada 19 de abril, la Iglesia Católica celebra a San Expedito, militar romano que vivió entre los siglos III y IV. Fue comandante de la legión romana “Fulminata XII”, grupo de élite que estaba bajo las órdenes directas del emperador Diocleciano, quien lo condenó a muerte (fue decapitado) cuando se convirtió al cristianismo.
A San Expedito se le consideraprotector ante las dificultades surgidas en el trabajo, intercesor por las familias y diligente abogado cuando alguien es llevado a juicio. Su rápida y contundente respuesta al demonio lo convirtió en modelo e intercesor en medio de los problemas urgentes y ante la procrastinación, tan común hoy en día. Si es inevitable quitarle horas al descanso, él es un gran intercesor.
Se lo suele representar como un soldado romano portando una cruz en la que está escrita la palabra “hodie” (hoy), al lado de la hoja de palma que simboliza el martirio. A sus pies se representa un cuervo con la palabra “cras” (mañana).
El nombre “Expedito” tiene un rico significado. Se trata de un adjetivo de clara raíz latina que quiere decir “desembarazado, libre de todo estorbo”, así como “pronto a obrar”. Al parecer, dicho nombre fue bastante popular entre los romanos de la antigüedad, consignó la Agencia Católica de Informaciones (ACI).
Según la tradición de la Iglesia, cuando San Expedito ya había tomado la decisión de abrazar el cristianismo, el Maligno se le presentó en forma de cuervo y empezó a gritar: “Cras, cras, cras”, onomatopeya del canto del ave que en latín quiere decir: “mañana, mañana, mañana”.
La intención de Satanás en ese momento era enfriar el deseo que apremiaba el corazón de Expedito por conocer a Cristo, a sabiendas de que posponer -aunque sea por un solo día- una decisión tan importante, podría acarrear una victoria definitiva del mal.
El santo, con movimiento rápido y violento, aplastó al cuervo tentador, gritando lo que podría definirse como una respuesta perfecta: “¡Hodie, hodie, hodie!”, que en español quiere decir “hoy, hoy, hoy”. “No dejaré nada para mañana, a partir de hoy seré cristiano”, se dijo a sí mismo el mártir. De ahí en adelante, Expedito vivió su fe cristiana hasta el último de sus días, cuando le tocó entregar su sangre en el martirio.
San Expedito y la Iglesia Católica
Si bien San Expedito no es rechazado por la Iglesia Católica, no figura en el Martirologio Romano, que es el libro o catálogo donde se consignan todos los santos y mártires reconocidos por la Iglesia Católica, con las fechas de su celebración festiva.
A pesar de que este mártir no figura como un santo, es aceptado como un santo tradicional. La Iglesia lo descanonizó por saber muy poco sobre él, es decir, figura como leyenda, pero la Iglesia no dice que no existe. Santa Brígida y Santa Nicasia de Jesús son algunos casos similares.
En el sitio oficial del Vaticano apenas hay una mínima referencia a San Expedito. Dice así: “No se sabe mucho de este santo, martirizado en el siglo III en Melitene y recordado junto con Elpidio y Ermogenes. Se le representa vestido de militar mientras aplasta a un cuervo que grita "mañana", o con una cruz o con un reloj que indica ‘hoy’: por eso se le invoca para causas urgentes”.
Antes del siglo IX no existía un proceso de canonización como ahora, por lo que cada diócesis calendarizaba sus festividades según su conveniencia. Durante varios siglos, celebraciones locales o particulares pasaron a ser tradición y a ser celebrados por la Iglesia. El mártir figuró entre los venerables de la Iglesia católica (fue canonizado por el papa Clemente X en 1671), pero en 1906 el papa San Pío X ordenó que Expedito fuera retirado del martirologio.
La Iglesia Católica hace una minuciosa revisión de su catálogo de santos y mártires. El motivo por el que Expedito fue borrado del listado es porque existen dudas sobre su verdadera existencia (historicidad). Que no figure en la lista de santos no quiere decir que la Iglesia niegue su existencia o el poder de su intercesión.