Fútbol Argentino: diez años sin público visitante, ¿qué chances hay de que regrese?
La medida rige desde junio de 2013 y aún se mantiene para la Liga Profesional y el Ascenso, aunque no para la Copa Argentina y las ligas del interior.
El 10 de junio de 2013, en la penúltima fecha del Torneo Final que Newell´s ganó una semana después, Javier Gerez fue asesinado por la Policía bonaerense y se convirtió en el hincha fallecido número 189 en la historia del fútbol argentino. Gerez era hincha de Lanús y murió por un balazo de goma que le perforó el tórax, mientras ingresaba a un Estudiantes-Lanús en el rebautizado Estadio Diego Maradona de La Plata.
Este hecho marcó el fin de la presencia de hinchas visitantes en los partidos de Primera División (en el Ascenso regía desde 2007), algo que comenzó como una medida transitoria y se volvió permanente. Hay algunas excepciones en el interior, ligadas a oportunidades económicas: por ejemplo, Talleres de Córdoba recibió en este torneo a hinchas de Independiente, River y San Lorenzo, cobrándoles un precio que fue por lo menos el doble del fijado por AFA para una entrada popular ($3.500).
Pero más allá de casos aislados, el contexto actual parece propicio a mantener la situación como está: los gobiernos de turno no quieren pagar el costo político de la violencia; los operativos policiales se multiplican en precio para los clubes y dificultad para las fuerzas de seguridad cuando hay público de ambos bandos; y la mayoría de losestadios quedaron chicos para parcialidades de dos equipos.
Además, la presencia de los visitantes implica restricciones de circulación, lo que acarrea problemas de tránsito y otras complicaciones para los vecinos de los barrios. A eso se suma el escoltado de las barras, que en algunos casos pueden ser durante trayectos muy prolongados
Algunos analistas afirman que en partidos de Copa Argentina, donde está permitido el público de ambos bandos, las disputas no se dan porque no hay “pertenencia de territorio”. El titular de la Agencia de Prevención contra la Violencia en el Deporte (Aprevide), Eduardo Aparicio, aseguró al respecto: “Cuando no hay una pertenencia del territorio la situación es mucho menos conflictiva. Si la cancha no es de nadie, los hinchas ven el partido y se van".
Aparicio también se refirió al cambio cultural respecto a la violencia en el fútbol argentino, que actualmente se relaciona más con el plateísta que con la barra brava: "La agresión hoy se expresa mucho más con la persona de buena posición social, que escupe o le tira algo a un DT, el árbitro o a un rival".
Tres efectivos fueron desafectados de la Policía bonaerense tras el crimen de Javier Gerez: Roberto Lezcano, Víctor Bacuco y Jorge López. La acusación se dirigió luego hacia Lezcano, que llegó en libertad al juicio en su contra y fue absuelto en 2016. Claudio "Chiqui" Tapia había anunciado en diciembre de 2017 que los visitantes volverían a las canchas después del Mundial de Rusia 2018, promesa que no se cumplió y quedó en el olvido.
Sin publico visitante los hechos de violencia no desaparecieron, sino que viraron hacia peleas internas de una misma barra por controles de negocios o a hinchas locales enojados con jugadores, árbitros, directores técnicos o con sus propios compañeros de tribuna; esto quiere decir que los visitantes no eran ni son la causa escencial de la violencia y que su prohibición poco tiene que ver con evitar nuevas muertes. El crimen de Gerez, que nada tuvo que ver con un enfrentamiento entre hinchas de distinto equipo, sigue impune, mientras el castigo se mantiene vigente.