Opinión / El Papa que necesita la Iglesia

Por Juan Carlos Di Sanzo (*)

@bloqueD@Pasada la euforia de “El Papa argentino”, “La nueva mano de Dios”, “El Papa austral del fin del mundo”, comienza a aparecer la reflexión. ¿Habrá en la iglesia una posibilidad de cambios profundos? ¿Existirá una primavera vaticana? Las opiniones, tanto dentro como fuera de la Iglesia, son muy diversas.

¿Qué Papa necesita hoy el mundo? Sea europeo, africano, americano o asiático, es necesario que el elegido comience a poner en práctica las enseñanzas del Concilio Vaticano II. Un Papa que se anime a arriesgar todo a favor de los más pobres del mundo. Como Jesús en la Cruz, debe empezar por estar del lado de los derrotados, de los excluidos, los desahuciados, de los que se suicidan por haber perdido sus hogares. Un Papa que empiece a construir la Iglesia de los pobres, donde los pobres se sientan como en su casa. Un Pastor que mire y piense al mundo y sus instituciones desde los pobres. Que pueda llevar a los foros internacionales la voz de los que no tienen voz. Que presente a los poderosos del mundo los problemas de los países emergentes, de los pueblos desangrados por las guerras y devastados por las injusticias sociales. Un religioso que se parezca a Jesús, el humilde carpintero de Nazaret, y no a un emperador medieval.

@bloqueD@La cúpula eclesiástica ha recibido reiteradas advertencias sobre la brecha existente entre la Iglesia institucional y el mundo contemporáneo. ¿Será posible que tengamos un pastor que esté dispuesto a no seguir la senda trillada de siempre? ¿Alguien que conozca la profunda crisis de la Iglesia y encuentre vías para salir de ella?

Lamentablemente, desde la época de Juan Pablo II, se emplea un cuestionario para lograr que todos los obispos adhieran incondicionalmente a la doctrina oficial de Roma, en todos los asuntos polémicos. Esto constituye un proceso sellado por un voto de “obediencia debida” al papado. Es muy difícil encontrar obispos y cardenales disidentes en público. El pensamiento único ha triunfado en nombre de una falsa ortodoxia. El Derecho Canónico pesa más que el Evangelio. La ley de los hombres es más determinante que la Palabra de Dios. Por lo tanto, quienes ven a la Iglesia como una corporación religiosa de dinero y poder y poseen ambiciones de altos puestos jerárquicos, se subordinan dócilmente. Quienes piensan diferente, no existen para la Iglesia romana.

@bloqueD@Lo que hoy está en juego es la presencia de un auténtico seguidor de Jesús y no un mero administrador financiero; un profeta, defensor y consuelo de los pobres y no una simple autoridad institucional; un apóstol evangelizador y misionero, no un ambicioso de los primeros puestos en el Reino; un padre misericordioso, no un personaje autoritario y recreador de la cristiandad medieval.

Jorge Bergoglio, Francisco, ha sido electo obispo de Roma y pastor de la Iglesia universal. Su pontificado estará ensombrecido por las sospechas de su actividad durante la dictadura cívico-militar de 1976. El secuestro y torturas a sacerdotes de su Orden y la acusación de familiares de los mismos sobre su silencio e inoperancia está a la orden del día. El doctorado Honoris causa otorgado al almirante Emilio Eduardo Massera en la Universidad del Salvador fue durante su gobierno siendo Superior de la Orden de la Compañía de Jesús. Su crítica virulenta al proyecto nacional y popular de Néstor Kirchner alejó al gobierno nacional de la jerarquía de la Iglesia. El episcopado se transformó en una corporación que ataca como partido político y luego se defiende con la libertad religiosa.

@bloqueD@En fin, haber aceptado ser Papa tendrá sus desafíos y un serio compromiso a la hora de tomar decisiones y exponer definiciones. Para todo esto no basta con andar en subte, en colectivos de línea, enviar a unos curas a trabajar en las villas pero luego defender a ultranza posiciones conservadoras que han llevado a la Iglesia a un callejón sin salida. Como dijera Hans Küng, teólogo y catedrático emérito de la Universidad de Tubinga, Alemania: “Si el próximo cónclave elige un Papa que vuelva a lo de siempre, la Iglesia nunca experimentará una nueva primavera, sino que caerá en una edad de hielo y correrá el peligro de encogerse hasta convertirse en una secta cada vez más irrelevante”.<

(*) El padre Juan Carlos es el actual párroco de la ciudad de Lezama. Anteriormente estuvo en la parroquia San Roque de Dolores. Supo ser compañero de Carlos Mugica y de los curas por la opción por los pobres.