Avión de San Fernando: el padre de uno de los pilotos fallecidos también había muerto en un accidente aéreo
Carlos Orforte sufrió un accidente aéreo con un helicóptero en noviembre de 1998, en Bella Vista, cuando tenía 55 años. Su hijo murió 26 años después, a los 35.
Agustín Orforte es uno de los dos pilotos que murieron este miércoles en la tragedia que ocurrió en las adyacencias del aeropuerto de la localidad bonaerense de San Fernando. Según se conoció en las últimas horas, su papá, Carlos Orforte, también había fallecido en un accidente aéreo, en noviembre de 1998.
De acuerdo con artículos periodísticos de la época, Carlos Oforte falleció a los 55 años producto del choque entre dos helicópteros, uno de ellos manejado por él mismo y el otro por Alberto Pirillo, quien entonces tenía 45 años. El accidente sucedió sobre el campo de golf de la localidad bonaerense de Bella Vista.
Según los testigos, el helicóptero que manejaba Oforte comenzó a cerrarse hacia la nave que conducía Pirillo y se produjo la coalición. El helicóptero de Pirillo se partió en dos, pero él se salvó porque la parte de la cabina quedó enredada en la copa de unos árboles que amortiguaron la caída, según consignó el portal A24.
Los helicópteros involucrados en el accidente eran dos Bell 206 de la empresa Transener y realizaban una recorrida aérea para revisar líneas de alta tensión en Buenos Aires, La Pampa y Neuquén. "Las dos máquinas, que eran gemelas, eran utilizadas en forma habitual para la revisión y reparación de las redes de alta tensión en todo el país", explicó en aquel momento Luis Antúnez, gerente general de Transener S.A.
Cómo fue el accidente del avión de San Fernando
Este miércoles, un avión privado proveniente de la ciudad de Punta del Este, Uruguay, sufrió un fatal accidente en el aeropuerto de San Fernando, provincia de Buenos Aires. Según se pudo saber, el avión se despistó durante el aterrizaje, impactó contra unas viviendas y se prendió fuego.
Como consecuencia, fallecieron los únicos dos tripulantes: el piloto, Martín Fernández Loza, de 44 años, y el copiloto, Agustín Orforte, de 35 años. Las víctimas tripulaban un avión Challenger 300, propiedad de la familia Brito, dueña del Banco Macro, y regresaban sin pasajeros de Punta del Este.
Si bien las causas se están investigando, los primeros indicios indican que la aeronave habría colapsado luego de protagonizar un desplazamiento más extenso que lo habitual sobre la pista del aeropuerto de San Fernando.