El origen del nombre de Tordillo: un caballo que es leyenda
¿A qué se debe ese potro salvaje en el ingreso a General Conesa? Una nueva saga en la que vamos a echar luz sobre historias que apuntan a nuestra identidad regional.
Cerca del cruce de las Rutas 11 y 56, que llevan a General Lavalle y La Costa, y a General Madariaga y Pinamar, respectivamente, hay una escultura de un caballo indomable en el ingreso a General Conesa, principal localidad del Partido de Tordillo, situado a 233 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires. Este lugar fue llamado primero “Los Montes de Tordillo” y también incluye las localidades de Villa Roch y el paraje Esquina de Crotto.
Cuenta la leyenda que el nombre de este partido se debe a un potrillo salvaje de piel gris como el plomo y pelaje entre blanco y negro, denominado Tordillo, que apareció en aquella zona y convirtiéndose en padrillo. Los paisanos del lugar pastoreaban día y noche en su búsqueda con la intención de enlazarlo, pero la misión se hacía imposible dado que el indomable animal, al verse cercado, saltaba cualquier alambrado que se le interpusiese o se lanzaba a la laguna. Aquellos jinetes quedaban perplejos pensando que el pobre caballo se habría ahogado ya que la laguna era de gran profundidad, pero a los tres o cuatro días, el tordillo volvía a aparecer por esos campos. Los gauchos, sorprendidos, no podían creer lo que veían. Las ansias por atraparlo se acrecentaban así como las abruptas desapariciones del animal se convertían en un enigma.
Con el paso del tiempo el misterio se disipó cuando descubrieron que a 500 metros dentro de la laguna surgía una lomada, lugar donde el caballo llegaba nadando luego de ser perseguido, y una vez allí se lo podía ver galopar y dar saltos como demostración de triunfo. Hoy el nombre del partido rinde tributo al espíritu de libertad y astucia de aquel caballo indomable que es leyenda.