Viernes 07 de febrero de 2025
07 FEB 2025 - 13:57 | Sociedad
Arqueología

General Guido: revelaciones tras el hallazgo de fósiles de un ciervo de hace 15.000 años en Labardén

El descubrimiento de la parte anterior del cráneo (el “hocico”), del que participó el dolorense Nicolás Chimento, permitió establecer que no se emparenta con las demás especies de ciervos de Sudamérica sino con otros nativos de Europa y Norteamérica.

El morenelaphus hallado en el arroyo Chelforó era un ciervo de gran porte de unos dos metros de largo y un peso que iba de los 200 a los 300 kilos. (Foto: Gonzalo Muñoz)

El hallazgo del hocico de un ciervo de hace unos 15.000 años (Morenelaphus ) en lo que hoy es localidad de Labardén, partido de General Guido, permitió obtener evidencia reveladora sobre las características de este animal que vivió en el Pleistoceno. Si bien fue encontrado hace unos años por vecinos en las orillas del arroyo Chelforó, los análisis arqueológicos posteriores arrojaron luz sobre la evolución de los ciervos que habitaron nuestro continente.

El trabajo estuvo a cargo de 4 investigadores del CONICET: Mauro Aranciaga Rolando, Nicolás Chimento, Santiago Miner (Museo Argentino de Ciencias Naturales “Bernardino Rivadavia”), y Julieta De Pasqua (Universidad de Buenos Aires), quienes a su vez son los autores de un reciente artículo publicado en la revista científica “Journal of South American Earth Sciences”, en el que describen las características de este nuevo fósil de ciervo.

Morenelaphus era un ciervo de gran porte, similar en tamaño al actual ciervo colorado que habita en Europa. Habría alcanzado unos dos metros de largo y se estima que habría pesado unos 200-300 kilos. Como todos los ciervos, tenía una enorme cornamenta que, en los individuos adultos, superaba el metro y medio de largo. En términos de tamaño, era comparable con un caballo, pero pesaba la mitad.

El nuevo fósil hallado corresponde a la parte anterior del cráneo (el “hocico”) y la mandíbula. Este material se encontró en un estado de preservación bastante delicado, por lo que, mediante tomografías médicas, pudo estudiarse en detalle su anatomía. Gracias a este estudio, se pudo conocer cómo era la nariz y otras partes del cráneo que comprenden la “cara” del animal. Con la información brindada por este fósil, se sabe que el Morenelaphus tenía un hocico fino y largo, posiblemente adaptado para arrancar y masticar hierbas blandas pero abrasivas como los pastos y gramíneas.

El hallazgo ocurrió en el contexto de excavaciones paleontológicas encabezadas por Mauro Aranciaga Rolando, del Laboratorio de Anatomía Comparada y Evolución de los Vertebrados (LACEV). Mauro es nativo de General Guido y, desde 2020, se encuentra trabajando en la localidad. “Los estudios paleontológicos en la zona nos han permitido saber que, hace unos 15.000 años, en Labardén habitaba una fauna y flora muy distinta a la actual”, comento. El hocico de Morenelaphus se suma a un enorme caparazón de gliptodonte (Panochthus) que fue extraído por el equipo de trabajo en 2021.

Según De Pasqua, becaria doctoral de CONICET y autora del trabajo, “el arroyo Chelforó ha demostrado ser muy rico en fósiles y nos da la posibilidad de estudiar la fauna de la Era del Hielo”. También agrega “la preparación y el estudio del ejemplar fue un desafío, debido a que se encontraba en un estado de preservación muy delicado. Sin embargo, con herramientas adecuadas y haciendo uso de tecnología modernas (tomografías o escaneos 3D) pudimos resolver este problema”.

Si bien ya se conocían restos de Morenelaphus desde hace más de 100 años, estos fósiles principalmente consistían en cornamentas. El ejemplar recuperado en el arroyo Chelforó es el primer hocico de Morenelaphus descrito, lo que brinda una idea de cómo era el aspecto de la cara de esta especie. Esta nueva información reveló que el Morenelaphus no se emparenta con las demás especies de ciervos de Sudamérica sino con ciervos nativos de Europa y Norteamérica, como el ciervo colorado. Es decir que los ancestros de Morenelaphus, al igual que muchos de nuestros abuelos o bisabuelos, habrían abandonado su tierra natal para migrar a América del Sur. Esto cambia lo que conocíamos acerca de la evolución de los ciervos de nuestro continente, pues hasta ahora pensábamos que había un solo linaje de ciervos y ahora habría dos. 

El proyecto de investigación
Las investigaciones se han estado realizando con el apoyo de la Municipalidad de General Guido, durante la gestión de Carlos Rocha. Particularmente, fue fundamental la gestión y la ayuda de Yonathan Prudente (ex Director de Producción) y Miguel Crovo (actual Director de Cultura), así como también de muchos empleados de la municipalidad, profesores y vecinos, quienes de manera amable y desinteresada han brindado una ayuda sustancial para el proyecto”, destacó Aranciaga Rolando.

Hoy día el equipo de trabajo continúa trabajando en la zona, estudiando los fósiles ya extraídos. Según expresó Nicolás Chimento, nativo de la ciudad de Dolores, “este tipo de proyectos locales es fundamental para los museos regionales porque permite sentar las bases y colectar los primeros fósiles de lo que, en un futuro, puede ser un Museo Paleontológico, además de que despierta el interés en el público”. Por otra parte, Aranciaga Rolando agregó: “Este proyecto pretende descentralizar los hallazgos paleontológicos de los museos clásicos como el Museo Argentino de Ciencias Naturales o el Museo de La Plata y fomentar el desarrollo de museos municipales”.