El policía asesinado en el Malba soñaba con vivir en nueva Atlantis
El 28 de septiembre un hombre con problemas psiquiátricos asesinó de cuatro puñaladas a un oficial de la Policía Montada. El testimonio de su esposa en ENTRELINEAS.INFO.
Vivir en Nueva Atlantis. Ese era el sueño de Juan Pablo Roldán, el oficial de la Policía Montada que fue asesinado a puñaladas a metros del Malba, en Figueroa Alcorta y San Martín de Tours, por un paciente psiquiátrico que atravesaba un brote.
Roldán deseaba irse a vivir algún día a la localidad balnearia del Partido de La Costa con Carolina Zambrano, su esposa, y Pablo Valentino, su hijo de cuatro años. Quizá pudieran hacerlo -pensaban- con un traslado de destino o, por qué no, cuando se retirara ya que su trabajo le parecía inseguro para su familia. La muerte cambió la suerte y no pudo.
En diálogo con ENTRELINEAS.INFO Carolina Zambrano recuerda esto y dice cuánto les gustó Nueva Atlantis cuando la conocieron. A Roldán le gustaban el río y el mar, y esa ciudad era una de sus preferidas aunque amaban los distintos rincones de la Argentina e imaginaban recorrer la Patagonia en un motorhome.
Ella es de Colombia. Vino al país por primera vez de vacaciones, hace seis años, cuando conoció a Juan Pablo. Se enamoraron tanto que aunque ella retornó a su país decidió dejar su tierra para volver en busca del amor. Viajar juntos era lo que más les gustaba y habían encontrado en la costa atlántica un lugar de paz.
El caso
Roldán se desempeñaba como jefe de Servicio en las instalaciones del Cuerpo Policial Montada, cuando fue informado de la presencia de una persona que se encontraba amedrentando a los transeúntes en la vía pública y se acercó a Roza, quien desenfundó un cuchillo y lo apuñaló.
El inspector recibió cuatro puñaladas, por lo que fue trasladado rápidamente al Sanatorio Mater Dei, donde falleció al poco tiempo. El agresor, de 51 años, fue trasladado por el SAME al Hospital Fernández, donde fue intervenido quirúrgicamente por los disparos aparentemente efectuados por el inspector Roldán al defenderse del ataque, y también murió horas después.
El Gobierno nacional estableció al día siguiente un duelo por dos días, a través del Decreto 778/2020, en el que se indicó que Roldán, quien tenía 33 años y era padre de un nene de 4, fue agredido "en el intento de devolver la paz y la normalidad al espacio público y que el agresor deponga su actitud amenazante".